Toda mi vida por un hombre y ahora que es mío se me va. Y con él su
risa de aguardiente, de marino trotamundos, pierdo un hombre de verdad. ¿Quién
soy yo? ¡Mírame! Con el fantasma del mar vuelve mi obsesión. ¡Lárgate! Ay, no,
¡Quédate! Piensa; ¿Quién te esperó? ¿Quién trabajó y alimentó? ¿Quién te cuidó?
¿Quién te aguantó y de llorar se secó? ¿Quién, por ti, se arrastró y por amor
se vendió? ¿Quién demonios te ha querido más que yo? Piénsalo.
Mónica Naranjo | Toda mi vida por un hombre
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