A partir de éste momento prometo NO
ser, actuar o pensar como la gente, que me rodea, espera que lo haga. Harto de
ser marioneta para agradar a mi entorno, no he reparado en que, a lo largo de
éstos años, he perdido la personalidad que me caracterizaba, distinta a la de
los demás, tiñéndola de frivolidad y extravagancia. He soportado vivir con un
vacío inmenso y perder el rastro del camino que quería alcanzar. Desde hoy,
perseguiré llamar la atención lo menos posible, que no me invada la superficialidad,
ser una persona discreta y reservada, mostrar mi amor y sentimientos
universalmente, echar por tierra, de mis pensamientos, la maldad, acabar con el
egoísmo y rescindir de la envidia. Sólo así seré, por fin, quién siempre quise
ser.
No hay mejor reencuentro que el encontrarse con uno mismo.
ResponderEliminarAnimo!