Todo lo que sé lo aprendí de mis sueños, cada noche un nuevo guiño de
instrucciones a seguir, de modelos que vivir. Podría pensar que la ilusión de
éstos me ha hecho navegar por los desagües de mis desechos reales, sobretodo
porque es una manera de vivir muy peculiar y poco fiable. De ilusiones se vive,
el amor las mantiene.
¿Recuerdas, aquella vez, cuando te dije que algún día nos volveríamos a encontrar?
Mostrando entradas con la etiqueta sueño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sueño. Mostrar todas las entradas
viernes, 9 de diciembre de 2011
martes, 4 de octubre de 2011
« soñé contigo »
Anoche soñé que viajaba junto a ti a un lugar donde el océano, entre azul y
verde turquesa, no es distinto del que ahora me baña los pies, con arena
blanca, del color de la harina, en la que crecían grandes palmas encorvadas.
Conocí en tu compañía a gentes con la piel dorada y el cabello oscuro, con
pecas en el torso y espalda, con la voz acaramelada pero grave, a veces
irritables. Soñé con rocas pintadas de muchos colores, con cruces adornadas con
plumas y conchas, con oro amarillo brillante, con peces enormes. Soñé con
cascadas de película, con grutas imposibles, con tierra roja. Soñé con
luciérnagas y aves, con perros y gallos. Soñé con tu pecho sobre mi espalda,
con tu cadera sobre mis nalgas, con tus dedos sobre mis garras, con tu lengua
por mi garganta. Soñé con lágrimas en mis mejillas, con risas en mi mirada.
Soñé que despertaba y aún estaba allí, solo en la cama. Soñé contigo y tú no
estabas.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
« 15 sep »
Ya llegó. Es él, tal como lo soñé. Se presentó de manera tan inesperada como previsible y me miró como siempre deseé que lo hiciera, aunque fuese de la manera menos factible. Lo hizo. Esta vez mi papel fue cerrar los ojos, pensar, crear en la mente y esperar que ocurriera. Él lo hizo todo mientras yo le esperaba con los brazos cruzados desde la orilla de la que ahora es nuestra playa. Me alegro. Yo no me hubiese atrevido, yo no lo hubiera hecho mejor.
Únicamente existe un lugar en el que, cuando el sol se esconde, sólo somos tú y yo.
jueves, 8 de septiembre de 2011
« lejos, arde »
Di la espalda a todo lo bueno que
me rodeaba porque creí que estaba solo, que ya no me quedaba nada. Fui egoísta
por no ponerme límites, por no seguir pautas, por destruir el sosiego, por
forzar a que todo cayera en picado. Todo un mundo de malas obras creadas y
destruidas por mis manos. Sería incapaz de dar un paso atrás por arrepentirme
al mirar que queda, he caminado para olvidar y ya no vale la pena sentir que
debo soñar con lo que pudo ser. Ahora tan sólo queda arrojar palabras sueltas
desde la distancia, a espaldas de lo que dejé.
Detrás arde lo que aún me
enajena el sueño.
jueves, 1 de septiembre de 2011
« me perdí »
Me desperté y descubrí, decepcionado, que en mis sueños había luz y aquí aún
no amanecería, que soy extremadamente infeliz y que nada cambiará hasta que yo
no quiera. Y no quiero, pero lo necesito.
Se me ocurre que tal vez soñé que lo hallaba. Soñé que sólo en sueños podría
sonreír y ser dichoso. Que tocarte, por siempre, sería imaginarte, que para
poder mirarte, hasta el fin de los días, tendría que cerrar los ojos.
viernes, 17 de junio de 2011
« crueles »
Esta mañana al despertar he
vuelto a recordar lo que soñé anoche. Corría fugitivo del mundo acompañando a
un hombre que se avergonzaba de su procedencia por miedo a ser juzgado y
recriminado por ello. Lo cierto es que era perseguido. Yo no hubiese corrido,
yo hubiera luchado por defender las raíces a las que me debo, si no sintiera la
necesidad de ayudarlo a escapar por miedo a ser condenado por la manera en la
que amo, distinta a la de la mayoría, distinta a la de ellos. Recuerdo que a mi
también me perseguían.
lunes, 23 de mayo de 2011
« huída »
Salió el sol para eclipsar a la luna cuando
más necesitaba el brillo plateado de su aurora. Terminó el beso en el momento
en que imploraba ser ahogado en tu saliva. Mi corazón dejó de latir justo
cuando más amor sentía por ti. Desperté del mágico sueño que me envolvía para
enfundarme otra vez a la mala realidad.
Aún siento la punta de tus dedos despegarse
de los míos y parece que fue ayer.
viernes, 15 de abril de 2011
« te soñé, te olvidé »
Nunca antes había amado de la
manera que anoche te amé. Será porque tampoco había notado que me sostenían de
la mano tan fuerte ni que fuese correspondido así. Y aunque los sueños, sueños
son, éste era tan cierto que superaba la realidad, se desbordaba de lo
insignificante que puede ser imaginarlo. Por eso cuando desperté me quiso matar
la cordura. Sospeché, aún ingenuo de todo, que de verdad estuviste a mi lado,
que no fue mi mente la que me hizo el amor.
Analicé mis recuerdos en busca de tu rostro, antes de que un pensamiento más ocupara su lugar. No lo encontré. No estaba. No existió. Optaré, entre dos alternativas, por volver a soñar contigo porque adivino que me olvidé de la mirada más bella y los besos más dulces que pueda hallar.
Inútilmente tuve un sueño que no puede realizarse.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)