Me desperté y descubrí, decepcionado, que en mis sueños había luz y aquí aún
no amanecería, que soy extremadamente infeliz y que nada cambiará hasta que yo
no quiera. Y no quiero, pero lo necesito.
Se me ocurre que tal vez soñé que lo hallaba. Soñé que sólo en sueños podría
sonreír y ser dichoso. Que tocarte, por siempre, sería imaginarte, que para
poder mirarte, hasta el fin de los días, tendría que cerrar los ojos.
Para mirar... cerrar los ojos. Que potencia de frase. >>Hare de ella un lema. ;)
ResponderEliminarsaludos
Muy bueno.
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