Estoy solo y tengo ganas de compartir mi ombligo.
Siento ansias de casi todo en general, de experimentar casi nada en especial.
Me pesan, sobre la almohada, los ojos e intento cerrarlos conforme me prolongo hacia atrás. Extiendo los brazos sobre el extremo helado de mi cama y el vacío, que me inunda, me estimula la razón. Me provoca querer latir, sostenerme el pecho y sentir el flujo de vida, sonreír de medio lado al verme reflejado en el espejo de su mirada.
Ganas... ganas tenia yo de volver de vacaciones para poder leer entradas como esta.
ResponderEliminarSaludos ;)
¡Gracias!
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