¿Y por qué soy yo el que se
siente, ahora, como el perro del hortelano? Odio los mensajes que no son subliminales,
odio enterarme de las cosas que no me gustan y que todas las piezas encajen.
Estoy celoso, nervioso y muerto de miedo. Tan solo quiero cerrar los ojos y
esperar a que mañana el peligro de intrusión haya acabado.
¡Mierda..!
Tranquilo y ánimo, porque quien debería sentirse como el perro del hortelano es, precisamente, el que consiente que existan intrusos que coman del mismo plato.
ResponderEliminarUn abrazo, Bobby.
Siempre que llueve escampa... pero con la tormenta han de irse los miedos, lejos muy lejos...
ResponderEliminarEl amor es un pacto, disfrutarlo sabiendo que no es eterno es lo mas inteligente.
Saludos Bobby...