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"..y al tocarte lo supe. Ahora no puedo irme." |
Durante la travesía, sobre el agua del océano, no me siento seguro. No
estoy tranquilo. Miro hacia la gran roca con dificultad, ayudándome de
la mano como visera, pues el sol encanta, con actitud de presencia, el
azul del mar. Disfruto de la vista hacia lo verde de la tierra y
deseo que las millas se hagan segundos para verte cuanto antes. Que tus
pequeñas manos me acaricien el rostro y entonces sepas que he regresado
para disfrutar de tu sonrisa, tan sólo dos días. Un poco menos. Tengo
ganas de mirarte a los ojos para que me digas sin palabras que tú
también me quieres.
Torturarme demasiado sería pensar, también, en la marcha, en hacer el mismo tramo pero al revés, alejándome de ti, princesa.
Precioso, Bobby. Es mejor disfrutar el momento que torturarse pensando en lo que vendrá después.
ResponderEliminarUn abrazo.