jueves, 7 de julio de 2011

« uno más uno, uno »

Únicamente me cubre el cuerpo una fina capa de bálsamo de tu sudor. Caliente. Sentado frente a tu cabeza, con las piernas de par en par, alcanzo el cielo cada vez que tu humedad me come las entrañas, que rebozan de placer y vomitan, poco a poco, el excedente y flujo de nuestro amor. Mereces haber nacido atado a la pata de mi cama, merezco que tu lengua forme parte de mi miembro. Con la espalda arqueada al borde de lo inhumano y los pezones marcando de sangre tus manos, te preparo para acceder, por fin, al templo de mi interior.

Cuando el deseo se vuelve vicio, cuando el amor se llama sexo, cuando el humano se transforma en animal. Cuando dos es uno.

4 comentarios:

  1. OMG
    me excité con tanto sexo grrrr bobby
    BRAVO!!

    yo también soy adicta a tu blog- entre otras cosas.
    No me voy de blogger, sólo de España. Si vas algún día a Argentina, házmelo saber.

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  2. Texto afinado en calidas sensaciones visuales...
    Con lo dificil que es explicar cuando el humano se vuelve animal...
    Saludos Bobby.

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  3. Alicia, me hace mucha ilusión. Algún día lo haré. Y te veré.

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  4. Amigo. Lo difícil es no ser animal. ¡GRACIAS!

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