Camino sediento por el desierto
de tu indiferencia, castigando mis pies descalzos entre el calor y la dureza de
la roca viva. No sé si, irme de tu lado, fue lo más correcto aunque ahora estoy
realmente seguro de que no volveré, decidí andar de frente sin mirar atrás,
decidí borrar mi nombre y mi dirección habitual.
Falta mucho para llegar pero me
encuentro lejos, porque aunque desorientado, mi rumbo es allá donde tú no estés.
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