Está en mis manos enderezar mi vida hasta el punto en que no
se noten las heridas que ahora me marcan el cuerpo. Es difícil enfrentarme a
mis miedos, pero me toca pensar en mí, dejar de apretar los puños y los dientes
ante la rabia, dejar de llorar porque no sea capaz de solucionar mis problemas
de otra forma. Hoy lo haré, intentaré destruir todo lo que me atormenta. Ojalá
tenga suerte.
eres muy valiente, animo
ResponderEliminarN.O.G.