Aunque el sol dejara de azotarme la espalda no podría
dormir. Me entretiene mirarte de reojo bajo el brazo sobre el que apoyo la
cabeza. Tu también estás acostado boca abajo con la cabeza casi enterrada en la
arena. Te miraré así toda la tarde. Trataré de memorizarte.
Cuantas veces se mira de reojo bajo el brazo en la playa... Aburrimiento?? Curiosidad??. La arena invita a pensar, a interiorizar los sentimientos.
ResponderEliminarSaludos ;)