Donde las dan, las toman. El segundo suele
ser más cruel que el primero, las consecuencias más dolorosas. Todo está mejor
vivido, mejor tramado. La carne se vuelve de piedra y descubres en tu prójimo a
quien nunca quisiste conocer. Sospechas que todo lo que parecía sincero no lo
era, que todo en lo que se basaba lo vuestro era mentira. Engañado y rehusado
pides perdón al que, tiempo atrás, te lo pidió a ti y viceversa. Un circulo
vicioso, un remolino de emociones que, desgraciadamente, hoy, definitivamente,
llega a su fin.
Que difíciles se vuelven las relaciones a medida que se van estrechando. Tanto se estrechan que van perdiéndose los escondrijos de nuestras intimidades y no queda mas remedio que mostrarnos tal y como somos.
ResponderEliminarsaludos Bobby ;)