Me encanta cuando descubro, cada
día, tu cara sonrojada queriendo desviar los ojos al sentido contrario al que
mirabas, pero el brillo de tus pupilas te delata. Entonces soy yo el que te
responde con media sonrisa de reojo, una breve carcajada y un simpático arqueo
de cejas. Me derrito cuando de camino hacia mí, te desvías en el último tramo,
dejando tus deseos incompletos. Adoro la forma en que tus manos me acarician
tímidamente cuando me saludas estrechando el brazo. Te delatan los temblores.
Rozo el clímax cuando imagino a tus labios húmedos rozar mis mejillas en sequía.
Odio que las únicas palabras que
crucemos sean unos buenos días tartamudeados.
Acabo de ver que me has puesto en favoritos, de verdad, un gran honor:D mil gracias!
ResponderEliminarEs gracioso ver cómo a veces, cuando estás enfadado con esa persona, actúas inconscientemente de manera normal, y sobreactuas para evitar vuestro contacto. Espero que se pase pronto el enfado. Un beso:)
Espero que se atreva pronto; genial, simplemente genial.
ResponderEliminarTE SUPERAS CADA DÍA CON TUS ENTRADAS DE VERDAD!
ResponderEliminarLa verdad es que una situación como esa debe ser super incómoda, para que todo se relajara, tendrían que hablar primero normal, y después seguro que lo que imagina uno se convierte en la realidad de los dos.
UN BESAZO, CUÍDATE!
He visto ke me sigues, te he leido y... me gustas. Me kedo :D
ResponderEliminarPues yo seré masoca, pero estas sensaciones me encantan, ese escalofrío, ese saber que ella es alguien para ti y tú eres alguien para ella y que dentro de los dos se cuece algo que volará en pedazos de un momento a otro. Lo peor es el ansia del momento que viendo que no llega se puede desvanecer o incluso ocultarse con falsos afectos.
Saludos y.... encantada ^^