lunes, 4 de julio de 2011

« cerca »

Son tantas las horas de sangre que he derramado que ya mis pies no sostienen el peso de mi cuerpo. Solía pensar, y es por lo que así me encuentro, que a medida que aumentaba mi perseverancia obtendría el resultado de hacerme el favor de curarme las heridas. Después de todo, arrastrando esparadrapos manchados de rojo, seguiré luchando por conseguir soportar el final.

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