martes, 26 de abril de 2011

« libre cautivo »

Cuando el último murmullo de sol retoza sobre mi espalda llega la hora de pedir exilio voluntario del placer al que llevo días sometiéndome. En carne viva, el dolor aprieta mis músculos, sedientos de agua, asfixiados por el calor de tu cuerpo. Vulnerable a las extremas temperaturas que azotan mi figura, huyo a las sombras después de un vigoroso día de hervor entre tus caderas.

Se establece en mí una fiebre imposible de helar y se revela un yo que permanecía oculto tras el frío de la ciudad que, ahora lejana, no extraño.

Volveré a la normalidad de mi piel después de desahogar el animal encerrado y dolorido que jadeaba entre cuatro paredes, donde comía mi propia carne por prohibirme cazar.

2 comentarios:

  1. A veces no pasa solo por contar algo una y otra vez para desahogarse sino pasa por " confesarlo " y soltarlo de una vez por todas ... declarándote libre!!!
    cuidando nuestra mente ..
    cando quieran venir esos pensamientos ....
    no dales lugar

    No Hay Lugar


    para cosas que me Agotan Vacían y Destruyen ...


    Perdonar y perdonarse uno mismo !!!
    No aferrarse al dolor

    Gracias por seguirme!!!

    sos bienvenido en mi blog!!!

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  2. Muy interesante, me gusta. me identifiqué bastante

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