Cuando el último murmullo de sol retoza sobre mi espalda
llega la hora de pedir exilio voluntario del placer al que llevo días sometiéndome.
En carne viva, el dolor aprieta mis músculos, sedientos de agua, asfixiados por
el calor de tu cuerpo. Vulnerable a las extremas temperaturas que azotan mi
figura, huyo a las sombras después de un vigoroso día de hervor entre tus caderas.
Se establece en mí una fiebre imposible de helar y se revela un yo que permanecía oculto tras el frío de la ciudad que, ahora lejana, no extraño.
Volveré a la normalidad de mi piel después de desahogar el animal encerrado y dolorido que jadeaba entre cuatro paredes, donde comía mi propia carne por prohibirme cazar.
A veces no pasa solo por contar algo una y otra vez para desahogarse sino pasa por " confesarlo " y soltarlo de una vez por todas ... declarándote libre!!!
ResponderEliminarcuidando nuestra mente ..
cando quieran venir esos pensamientos ....
no dales lugar
No Hay Lugar
para cosas que me Agotan Vacían y Destruyen ...
Perdonar y perdonarse uno mismo !!!
No aferrarse al dolor
Gracias por seguirme!!!
sos bienvenido en mi blog!!!
Muy interesante, me gusta. me identifiqué bastante
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