jueves, 15 de diciembre de 2011

« vete cerca »

Ni con mil penitencias superaría el dolor que arrastro en la sangre, aún enferma por tu contacto y contagio. Tu ausencia en cada día me prolonga la vitalidad, cada vez más fuerte y amarga. Doy gracias porque tu esencia no haya desaparecido, pues es ésta la que me envuelve, es tu olor el que me define, tus lágrimas las que corren por mis carrillos, tu color el que me dibuja la piel, el recuerdo de tu voz el que me enseña y traduce la vida.

Tú, mi plaga, mi amor, mi drama. No vuelvas pero quédate aquí.

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