jueves, 30 de junio de 2011

« inextinguible »

No quiero que me eches una mano donde tus dedos se obliguen a entrelazarse con los míos. Me niego a volver a caer por el precipicio de tu espalda, esperando a que me mantengas a flote de tus tambaleos emocionales y del borde de la decadencia.

Superaré la necesidad de tenerte a mis pies aprendiendo a no mirar ahí, abajo, aprendiendo a olvidar que algún día exististe y fuiste mío.

1 comentario: