sábado, 14 de mayo de 2011

« házmelo »

Y cuando entro en la habitación descubro, sorprendido, un espectáculo de color en un pasillo interminable de pétalos de rosas y velas a cada centímetro del suelo. 

Solamente falta que me eleves con los brazos hasta el infinito de tu cama y me beses hasta el infinito de mi garganta.

2 comentarios:

  1. Un buen preámbulo casi siempre conduce a un mágico desenlace.
    Saludos ;)

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  2. Ojala te hayas sorprendido, para bien, claro.

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