martes, 19 de abril de 2011

« sal »

Estoy cansado de seguir las huellas que vas dibujando en la arena mientras caminas por la orilla de esta playa. Esas que forman pequeños lagos salados de espuma blanca. Ya no me siento seguro mientras me guías a tus peculiares paraísos de frágil papel húmedo. Ya no tengo ganas de sumergirme en el agua de tu boca, ni disfruto con el tacto de tus manos salitres. Mis pasos son cada vez más vagos si es tu sombra la que me dirige. Hoy ni esta playa es nuestra playa ni tú eres aquel de antaño.

No tengo ánimos de recuperar mi corazón oxidado en el fondo del mar.

1 comentario:

  1. Precioso texto, muy visual... grafico. Es curioso lo que puede cambiar una palya segun la hora que sea del dia... asi cambia la vida, como ese corazon oxidado.

    ResponderEliminar