miércoles, 22 de febrero de 2012

« otra vez »

Vuelvo a verte y vuelvo a pensar que eres el amor de mi vida, mientras estoy sentado en el borde de la cama sin tu compañía. Eres capaz de transmitirme en tan sólo un segundo que yo también soy especial para ti. Y si tus dedos me tocan el contorno de mis nalgas me haces vibrar y mi pecho se irgue. Y si tus labios me rozan, porque los míos te encontraron, me haces enloquecer de deseo sobre todo tu resto. Y si tus ojos se clavan en los míos buscando la aprobación de tu cercanía, contesto, sin temores, que sí. Todo eso regurgita en mi cabeza cuando quedan dos minutos para las doce, todo eso y más que estoy dispuesto a enseñarte.

Puedes irte otra vez y cada momento me opondré y volveré a buscarte. Si me dejas seré un ánima castigada a la sombra de tu figura, porque merezco la penitencia de una condena contigo. Con tu permiso y con el de tus labios.

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