jueves, 10 de marzo de 2011

« miércoles »

Suena el despertador, me levanto de la cama restregándome los ojos, camino hacia el baño rascándome la entrepierna, me quito el calzoncillo y lo pongo en el cesto de la ropa sucia, abro el agua caliente de la ducha y me meto bajo el grifo. Me cepillo los dientes mientras el champú actúa en mi pelo y cuerpo, cierro la llave de paso al agua, extiendo la mano para alcanzar una toalla naranja. Me seco y me perfumo con colonia de bebés y desodorante. Camino hacia la habitación, todavía enjuto en la toalla para no sentir frío, dónde me visto con vaqueros y camiseta y me calzo unos tenis cómodos. Recorro el pasillo buscando el bolso y dentro de éste las llaves del coche, cuándo paso a la altura del baño me pongo unas gotas de perfume antes de salir a la calle. Cierro la puerta de casa y con las llaves del coche en la mano desactivo el cierre automático. Arranco y conduzco hacia el trabajo. Stop. Cedo el paso, miro a la derecha, prosigo la marcha, sigo recto, pongo el intermitente, paro el vehículo y me bajo de él. Entro en la oficina, como siempre el primero, enciendo las luces y el ordenador. Trabajo. Accedo a Internet. Trabajo. Hablo por teléfono. Trabajo. Termina el turno y me vuelvo a dirigir a casa. Almuerzo. Enciendo un cigarro y me siento en el váter. Cuándo termino me cepillo los dientes, vuelvo a pulverizar colonia encima de la ropa y acciono el ambientador de baño. Vuelvo a salir de casa, arranco el coche y me vuelvo a dirigir al trabajo. Trabajo. Accedo a Internet. Trabajo. Hablo por teléfono. Trabajo. Termina la jornada laboral y limpio mi mesa de faena antes de abandonar mi puesto. Arranco el coche, paro en la gasolinera y lleno el depósito. Conduzco. Aparco frente a la entrada, cierro el coche y entro a casa. Me siento en el sofá y me quito los tenis, que llevo puestos desde la mañana. Veo un rato la tele y me preparo un sándwich, que será mi cena. Después de engullirlo con tan sólo cuatro mordiscos, limpio el plato y vaso, con restos de zumo de piña, que ensucié y me quito la camisa mientras me dirijo al baño, abro el agua caliente y me sigo desvistiendo mientras se caldea. Entro a la ducha y se detiene el tiempo mientras restriego mi cuerpo con una esponja empapada de gel. Salgo de la ducha, me seco, me miro al espejo, me quito dos pelos de las cejas y descubro (y exprimo) un grano en la frente. Me visto, antes de salir del aseo, con el pijama, que no es más que un pantalón corto y una camiseta que ya no ve la calle, y me dirijo hacia la cama. Me tiendo en ella, me tapo con el edredón, enciendo la tele y apago la luz. Pongo el timer con el mando a distancia, lo suelto en la mesilla de noche y me quito las gafas. Luego de escuchar de fondo la tele y reflexionar sobre el día, comienza mi sueño (profundo).

Suena el despertador, me levanto..

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