lunes, 7 de marzo de 2011

« infiel »

Soñé que no eras tú quién me marcaba la espalda con las uñas. Soñé que jadeaba de placer y no eran tus caricias las que me provocaban. Soñé que no eran tus brazos los que sostenían los míos ni tus ojos los que penetraban mi mirada asustada. Tu miembro no me poseía.

Cuándo desperté quise escribir todo lo que recordaba, aquel sueño me había gustado. Después de escribir, me toqué simulando sus manos. Y ahora busco su rostro por la calle.

1 comentario: