miércoles, 7 de diciembre de 2011

« adiós N, hola T »

Hacía tiempo que no me picaba tanto todo el cuerpo después de recibir una mala noticia, hacía tiempo que no las recibía. Tampoco ninguna, antes, había sido tan cruel, tan dolorosa y tan inesperada. Estoy de luto. La culpa la tiene N. ¿Quién es N? Lo ruin, la traición, la violencia, el lobo con piel de cordero, el dolor, la suciedad, lo inadaptable, la daga, las lágrimas, la sangre que se derrama sin piedad, el silencio, el abismo, el vacío, lo infiel, lo absurdo, lo extravagantemente malo. Ese es N. Alguien que se encargó de destruir la confianza, de borrarlo todo con hechos de los que no me constan sino seis palabras.

No me pidas perdón, por favor, no te humilles como lo hiciste conmigo. Adiós N. Hola T.

martes, 6 de diciembre de 2011

« todo »

Nada. No veo nada. Te saco, te imploro y ruego cada palabra que pronuncian tus labios. Disfruto al oírte pero creo que tú, lejos de pensar lo mismo, te sientes obligado a satisfacer mi capricho, que no dejas de ser tú. Casi siempre tú. Y tú sabrás porqué lo has hecho y cómo me has atado a tu sombra convirtiéndome en cualquier animal fiel a su amo. Torpe y decidido a quererte sobre todas las humillaciones y defectos que me hagas y puedas tener. No me importa, aunque termine mal, no me importa. Porque sé que llegará un día en que el animal que se arrastra hasta tus pies se convertirá en desechos, en un despojo que llorará tu ida. Estoy preparado para empezar, igual, de nuevo y terminar, de nuevo, igual.

lunes, 5 de diciembre de 2011

« mucho es poco »

¿Cuánto es siempre? No es lo suficiente para que me sienta satisfecho, ni me basta para conseguir ser feliz. Ahora que te conozco me atormenta saber que no podré disfrutarte sin establecer fecha de caducidad, porque desde que me fundí en tus ojos únicamente trato, antes de alimentarme, de alimentar lo nuestro, de llenarme de ti, cuando trago, cada bocanada de aire que expulsan tus pulmones. Así me acerco cada vez más a la vida, con la ayuda de tus latidos cerca de mí, con la impresión de que lo hacen para mí. Me gusta ser egoísta queriendo siempre mucho, más intenso y bueno. Y si un siempre no es suficiente, ¿Cuánto debe ser lo suficiente? Dímelo y no me asustes. Quiero que tú tampoco lo sepas.

viernes, 2 de diciembre de 2011

« rápido »

Alguien me dijo una vez que la felicidad es relativamente efímera en seres como yo, que nada sería serio, que para mí no existiría placer más allá de lo carnal. Me gustaría saber si después de una lágrima puede haber una sonrisa, si después de un golpe podría haber cura, si a través de un puñal en el pecho aún se podrían escuchar los latidos de un corazón. Supongo que sí, no debo ser el único.

jueves, 1 de diciembre de 2011

« escombros »

Nunca entendiste nada, hasta que de pronto empezaste a entenderlo todo. Yo, sin embargo, lo supe desde el principio, sabía que no llegaríamos a consolidarnos, que aunque nos desviviéramos por luchar en contra de lo obvio, terminaríamos enterrados y recluidos por los escombros de una fortaleza condenada al fracaso. Fue muy difícil dar el paso y admitir que habíamos puesto el nombre equivocado a lo nuestro, que el objetivo que nos despertaba cada mañana era forzar a que todo prosperara sin resultado. Pero más difícil fue devolver mis esperanzas, deshacer mis sueños y recomponer mi futuro lejos de ti, contigo, pero diferente.

Hemos cambiado el concepto de frente a los demás, a los pocos que involucramos por tus miedos, pero somos los mismos, que pensamos igual y que aún conservan sus ideas. Sé que, recíprocamente, nos queremos, distinto que ayer y sé que guardamos un grato recuerdo de lo que vivimos.

Vivir juntos y ser infelices para poder ser felices. Nunca más.