No hay nada que discutir. De todas las historias de la historia, la tuya es la más prudente. ¿Para qué, si no has ganado mas que un cerco de agua salada a tus pies? No quieres seguir mirando a través de la ventana, detrás de la cortina, quieres ser tú el de ahí fuera. Ese que salta y corre, que canta y grita aquel sonido que te hace levantar de la cama. Desde aquí se ve el día tan amable y caliente, desde allí tan sólo la sombra de unos recuerdos sin enterrar. Hoy no es día para seguir sintiendo lástima de lo infeliz que eres, es día de disfrutar de lo grande que podrías llegar a ser. Tú, saca las manos del faldón del cristal. Deja de respirar únicamente tu aliento. Abre las puertas de la libertad, sube los brazos, estira los dedos de los pies, inunda tus pulmones de aire fresco, el que te mereces. Sube la cabeza, abre la boca y bebe del agua que te toca sentir. Ahora.
Tuya y sólo culpa tuya. Tuyo y sólo miedo tuyo.
Hoy no es día para seguir sintiendo lástima de lo infeliz que eres, es día de disfrutar de lo grande que podrías llegar a ser...
ResponderEliminarMe encantó...