Alguien me dijo una vez que la felicidad es relativamente
efímera en seres como yo, que nada sería serio, que para mí no existiría placer
más allá de lo carnal. Me gustaría saber si después de una lágrima puede haber
una sonrisa, si después de un golpe podría haber cura, si a través de un puñal
en el pecho aún se podrían escuchar los latidos de un corazón. Supongo que sí,
no debo ser el único.
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