Hacía tiempo que no me picaba tanto todo el cuerpo después de recibir una
mala noticia, hacía tiempo que no las recibía. Tampoco ninguna, antes, había
sido tan cruel, tan dolorosa y tan inesperada. Estoy de luto. La culpa la tiene
N. ¿Quién es N? Lo ruin, la traición, la violencia, el lobo con piel de
cordero, el dolor, la suciedad, lo inadaptable, la daga, las lágrimas, la
sangre que se derrama sin piedad, el silencio, el abismo, el vacío, lo infiel,
lo absurdo, lo extravagantemente malo. Ese es N. Alguien que se encargó de
destruir la confianza, de borrarlo todo con hechos de los que no me constan
sino seis palabras.
No me pidas perdón, por favor, no te humilles como lo hiciste conmigo. Adiós
N. Hola T.
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