viernes, 28 de junio de 2013

« pretextos »

Últimamente me cuesta bastante esfuerzo intentar conseguir las cosas, sobretodo cuando se trata de reintentar reconseguir o de encontrar lo que se me escapa de las manos una y otra vez. Es difícil porque, en cada nueva ocasión, he de hacerlo de formas distintas. Probablemente, en alguna de esas oportunidades, también perdí la esencia de lo que realmente debería hallar, quizás la primera vez debió ser la última. Pero la última es hoy, otra vez. Me pregunto cuántas veces tiene que ocurrir o de qué manera puedo arreglarlo para que mis remiendos no tengan caducidad. Aún tengo fuerzas y creo que mientras lo intente significará que todavía puedo, que todavía quiero. Y lo quiero, lo quiero porque le da sentido a mi vida y porque cada vez que quiera dar sentido a mi vida necesitaré pensar que es únicamente esa la razón.

Si buscas el motivo por el cuál te han encomendado esa labor, encontrarás que no hay más fundamento que el pretexto que tú inventes para seguir aferrándote a la vida.

jueves, 27 de junio de 2013

« preparado »

Después de hacer desaparecer, con apenas fuerzas y un pañuelo de tela impregnado en lejía, lo que quedaba de humano en mí, las cuerdas entre mis venas aullaron un golpe de paz interior. Parecía imposible desenvolver mis dedos, prisioneros de tu hiel y cuerpo infiel. Amantes del momento, pasión finita, locura caduca. Soñé que eras tú quién me daría la vida y lo que vi allí fue lo único que supe de ti. El silencio superó mis prerrogativas. Ilusión. Príncipes y lobos, sapos y caperucitas. Sombra. A pesar de enderezar mis rodillas tarde, creí que volar era un cuento de niños, otro delirio más, aunque jamás olvidaré que soy porque quise y fui porque quiero.

Sólo estoy solo, nada más. Podría estar peor, claro. Podría estar mal acompañado.